Prueba estas recetas con miel en tus platos salados

Prueba estas recetas con miel en tus platos salados

Ximo Martínez Primo

Con los años, he aprendido que la miel es capaz de transformar por completo una receta. Al principio, la asociaba únicamente con postres o con el clásico maridaje con queso, pero cuando empecé a incorporarla en platos salados, descubrí todo su potencial. En la cocina, su versatilidad permite crear contrastes únicos, convirtiéndola en un alimento imprescindible también para recetas saladas. En este artículo quiero compartir las recetas con miel más destacadas.

Prepara una ensalada de canónigos con miel

Si buscas una ensalada sencilla pero llena de contrastes, esta es una apuesta segura. La combinación de la frescura de los canónigos, la cremosidad del queso de cabra y el crujiente de las nueces se complementa a la perfección con el toque de miel, que aporta un matiz sutil y equilibrado. En un bol grande, coloca los canónigos y añade los tomates cherri cortados a la mitad. Incorpora las rodajas de queso de cabra y esparce las nueces troceadas para aportar textura. Finalmente, aliña con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, unas gotas de vinagre balsámico y una buena cucharada de miel natural de Romero o de Azahar. Remueve suavemente para integrar todos los sabores y disfruta de una ensalada fresca, ligera y llena de matices.

Cocina pollo glaseado con miel y mostaza

El pollo puede parecer una opción simple, pero con el glaseado adecuado se convierte en un plato lleno de sabor y jugosidad. En un bol, mezcla miel natural de Encina o Tomillo con mostaza Dijon, un poco de zumo de limón, ajo picado, sal, pimienta y romero fresco. Cubre las pechugas o muslos de pollo con esta mezcla y deja marinar durante al menos 30 minutos para potenciar el sabor. Luego, cocina el pollo en una sartén caliente o al horno a 180ºC durante unos 25 minutos, pincelándolo de vez en cuando con más glaseado para lograr una capa dorada y caramelizada. El resultado es un pollo jugoso, con un equilibrio perfecto entre lo dulce, lo ácido y lo especiado.

Prueba el pescado al horno

El pescado es una comida que se presta a combinaciones ligeras y sabrosas, y la miel ayuda a realzar su sabor sin enmascararlo. Para esta receta, mezcla miel con un poco de jugo de limón, aceite de oliva y hierbas frescas como tomillo y romero. Unta la mezcla sobre el pescado (dorada, lubina o salmón funcionan especialmente bien) y deja reposar unos minutos para que absorba los sabores. Luego, hornea a 180ºC durante 15-20 minutos hasta que el pescado esté en su punto. La miel le dará un acabado brillante y un toque ligeramente caramelizado que resaltará su sabor natural.

Gracias a su origen natural y a la riqueza de matices de cada variedad, la miel es capaz de mejorar texturas, potenciar contrastes y unir ingredientes que, de otro modo, quedarían desconectados.

En Miel Mayem trabajamos con mieles naturales, lo que garantiza que cada plato conserve su autenticidad. Si aún no has probado a usar miel en tus recetas saladas, te invito a hacerlo con cualquiera de estas opciones. No solo notarás la diferencia, sino que descubrirás una nueva forma de disfrutar de la miel natural. ¿Te animas a probarlas?

 

Regresar al blog